Santiago - Lo Vásquez - Viña del Mar
Estimado lector,
Sé que hace bastante tiempo que no he aparecido por estos lares. La razón es tan simple como compleja, y es que hace tiempo que tenía planeado, junto a un grupo de amigos( que al final se redujo a solo 3 personas), un viaje al Santuario de Lo Vásquez para el día 8. Este viaje siempre (al menos para mí) estuvo motivado por la necesidad espiritual, el encontrar algunas respuestas y esa paz interior que no sentía desde hacía tiempo...un replanteamiento tal vez. También desde el punto de vista deportivo para cada uno de nosotros tres se fundaba esta gran vuelta ciclística.
Sé que hace bastante tiempo que no he aparecido por estos lares. La razón es tan simple como compleja, y es que hace tiempo que tenía planeado, junto a un grupo de amigos( que al final se redujo a solo 3 personas), un viaje al Santuario de Lo Vásquez para el día 8. Este viaje siempre (al menos para mí) estuvo motivado por la necesidad espiritual, el encontrar algunas respuestas y esa paz interior que no sentía desde hacía tiempo...un replanteamiento tal vez. También desde el punto de vista deportivo para cada uno de nosotros tres se fundaba esta gran vuelta ciclística.
El punto es que ese viaje me dejó bastante para pensar y bastante por repalntear y mejorar en mi forma de vivir mi vida y de ver también la de quienes me rodean.
En fin el tumulto de gente que había en el lugar no lo había visto no siquiera para el concierto de Roger Waters el año 2002. Ahora sé porque le dicen Superstar a jesucristo.
Salimos con los cabros a las 12 de la noche y llegamos al santuario a eso de las 5 de la mañana. Intentamos dormir los tres en una carpa para 2, pero fue imposible...si bien es cierto la situación era bastante graciosa, en el momento me dió N rabia no poder dormir ni si quiera un rato. Me suelo poner idiota cuando tengo sueño. Además hacía un frío invernal de la puta madre que penetraba cada costura de la carpa. Quizás debimos haber ido con una mujer para abrazarnos todos a ella...jajajaja...sorry por el comentario machista...y sexista por lo demás...prosigo.
A eso de las 9:30 partimos rumbo a Valparaíso y una vez allá nos fuimos costeando hasta el muelle Vergara en Viña. Ahí pudimos almorzar y dormir al menos or una hora y media.
¿Qué me dejó todo esto? 
A parte de unas piernas bakanes..jajajaja...un sentimiento de tranquilidad y de mayor confianza en mí mismo, pues me probé tanto física como espiritualmente. Nunca olvidaré esa sensación de libertad al ir pedalendo en medio de la noche sin nada que detenga o condicione mi pensamiento. Una gran experiencia. Sin dudas volveré el otro año, tal y cómo lo prometí, y veremos si podemos superar la marca de 110 kilómetros de pedaleo en menos de 12 horas.Disculpas por tan larga ausencia, pero hay momentos en que ni siquiera aquí encuentro ese trozo de verdad que suelo extraviar por momentos
