miércoles, abril 12, 2006

La Dolce Vita


Esa dulce agonía que me produce...

Saber que no tengo posibilidad, pero que aún conservo y guardo la esperanza...
Gritar una canción a los cuatro vientos y sentir que nadie me escucha...
Caminar por la calle tras el viento espectral que deja tu presencia ausente...
Comprender lo que me dices y no entender el porqué, ni el cómo ni cuándo...

Muero cada segundo en que te vas...
una mentira de metal...
un respiro desamor...
tu palabra sin voz...
esa eterna oscuridad...

Vivo a cada instante en que me das...
una gota de tu mar...
un soplido mortal...
tu mirada sin más...
esa luz de tu paz...

Todo esto me produce la dulce agonía que ayer te decía...

Pensar que el miedo todo lo puede y todo lo niega, pero que aun me aferro de tu mano...
Callar mi mente para darle paso a lo esencialmente reprimido y desconocido...
Versar tu rostro sin saber si de tu rastro recuerdo al menos el camino para amarlo...
Oír las palabras que del viento innegable e iracundo logro robar...
...y mi alma que agoniza como pararrayos de ese sentimiento.

Esa dulce agonía...la dolce vitta.

*Fotografías extraídas de Nadir Magazine por Gloria Fondacaro: www.nadir.it/portf-immagini/p-gloria_fondacaro/gloria.htm.
sito «demo» di gloria fondacaro: http://adelaidepixel.fotopic.net/

martes, abril 04, 2006

Begging to...



Caminando por el sendero de la luz me preguntaba mi nombre.
Nunca supe que me dirías con tu mirada un segundo después. Sin embargo, sabía que mi nombre estaba escrito en la sonrisa de tus ojos, en el oceano iris cuyo color misterioso oculta bajo su profundidad aquella verdad absoluta.
Caminando por aquel sendero de luz me preguntaba y preguntaba.
Si tan solo alcanzarle las manos pudiera, o tan solo desgranarle los dedos consiguiera...mientras sigo colgando del abismo cuyo final no logro vislumbrar.
Dáme tu mano para que tengas la mía...salva mi vida, para salvar la tuya. No me sirve tu mirada sola, necesito de tu piel...de tus manos...NECESITO MIRARTE CON MIS MANOS, CON LA PIEL...Amarte como humano, besar de tus manos la miel.
Dáme tus ojos para saber mi nombre.
Déjame resolver el misterio que sella mi vida navegando por el mar de olas de tu llanto sin nombre. Mas, no me dejes llevarme de tus ojos la inocencia, la ternura y esa sonrisa que de tanto me quita el espanto...no me permitas contaminar aquello que sé debo conservar y amar.
Permíte que rescate mi nombre de tu orilla y así, descubras en mí, al naufrago de tus penas y sentimientos de amor más profundos...errante de toda la vida, hasta que conocí tus paradisíacos parajes.
Necesito encontrarme con mi nombre...con la inocencia...con tu piel...con el horizonte infinito de tus ojos que eternizan mi esperanza, que me embriagan con su arcoíris de colores cada tarde en que te veo...tú puesta así solo para iluminarme a mí...tú con mi nombre..tú y sólo mi nombre a flor de labios...esos que aun no logro deshojar con un beso.